¿Te has preguntado alguna vez cómo se desarrolla una planta fotovoltaica? En este artículo te hacemos un resumen de las fases principales, desde el diseño hasta su puesta en servicio.
Cabe la pena destacar que cada una de estas fases no tienen ni por qué darse en el orden exacto ni tienen por qué producirse de forma escalonada. Puede trabajarse en una fase mientras se diseña otra, puede que mientras se espera la concesión de un permiso se desarrolle el plan económico, etc.
¿Cómo se desarrolla el proyecto de una planta fotovoltaica?
Fase 1. – Diseño de la planta fotovoltaica
En esta primera parte básicamente el promotor realiza un estudio preliminar de la factibilidad de la planta.
Se procede a la prospección del terreno, se realiza un análisis de la topografía y las posibles conexiones para inyectar energía a la red eléctrica. Este diseño se irá mejorando conforme se avance con el desarrollo del proyecto. Sin embargo, en primera instancia, se tiene en consideración las consecuencias ambientales y sociales.
La pregunta clave es si la ubicación y condiciones del terreno se ajustan al proyecto que se quiere plantear. En este punto también se ponen en orden las fases siguientes, puesto que obliga a diseñar bien el tipo de planta fotovoltaica que se va a desarrollar.
En función del terreno pueden definirse aspectos tales como el tipo de módulo fotovoltaico utilizado, el montaje que se llevará a cabo, el ángulo de inclinación, la disposición de módulos, puntos de conexión o la capacidad de generar energía de la planta. De este modo, podremos tener una estimación preliminar sobre si el proyecto puede ser interesante. Se trata de un trabajo de prospección y diseño.
Fase 2. – Estructuración y arranque administrativo
Esta fase está orientada a la estructura legal del proyecto. Está enfocada a la burocracia. En este punto es necesario que el Promotor del proyecto tenga un sólido conocimiento de la legislación aplicable.
Una vez diseñada la planta, se deben tener presentes aspectos tales como:
- La forma jurídica del proyecto.
- Conseguir los derechos del terreno (compra, arrendamiento, etc.).
- Solicitar los puntos de conexión a la red eléctrica (acuerdo de conexión).
- Obtención de todos los permisos (medioambientales, locales, construcción, etc.).
Estar bien asesorado en esta fase es fundamental. Alguien con experiencia ya tiene estandarizado el procedimiento de cómo solicitar las licencias oportunas y es capaz de solventar todos los obstáculos administrativos que puedan presentarse.
Del mismo modo, los trámites privados también tienen una gran importancia. Por ejemplo, el diseño de un buen contrato de arrendamiento que garantice los derechos del terreno (las cláusulas suelen ser complejas y tienen que estar bien definidas para que el proyecto no se detenga ante cualquier problema que pueda surgir).
En esta parte también se realiza el estudio de ingeniería para las adquisiciones de equipos y construcción que pueda llevarse a cabo. Pueden establecerse los contratos y responsabilidades de cada una de las partes que intervienen en el desarrollo de la planta fotovoltaica.
Fase 3. – Estudio de la viabilidad económica
Una vez diseñada la planta fotovoltaica y definida toda la estructura legal, conociendo de base la rentabilidad de una planta fotovoltaica, es necesario comprobar si efectivamente el proyecto es viable desde el punto de vista económico.
En estas cuestiones tiene una gran incidencia la forma en la cual se va a proceder a la financiación. El promotor debe realizar una evaluación de todos los esquemas posibles (en forma de capital, en forma de deuda, recurrir al sistema bancario, fondos de inversión privados, crowdfunding, etc.). Dependiendo del diseño anterior, los requisitos y necesidades son diferentes.
Por otra parte, los aspectos comerciales conciernen a asuntos tales como qué cantidad de energía está previsto generar y qué hacer con esa energía (venta directa, subasta pública, etc.). Es posible establecer un contrato de venta de energía con un comprador privado a largo plazo y con un precio establecido (existen mecanismos para definir el precio).
Lógicamente, se debe tener una previsión de los ingresos y costes. De esta forma el promotor de la planta fotovoltaica puede presentar a los inversores la rentabilidad que va a obtener.
Fase 4. – Ingeniería y construcción
Ahora es necesario realizar un diseño general detallado para abordar la construcción de la planta fotovoltaica. Se deben definir los diagramas de cada fila de paneles fotovoltaicos, el plan de construcción y cronograma del proyecto.
Puede que la coordinación general de la construcción de la planta fotovoltaica la realice directamente el promotor. Aunque en muchas ocasiones, sobre todo cuando se trata de plantas de energía fotovoltaica a gran escala, se confía en la experiencia de ingenieros y profesionales que ya han abordado proyectos similares y conozcan los pormenores del montaje electromecánico.
En definitiva, un jefe de obra dirige la construcción, como cualquier proyecto de obra civil. Los proveedores de los equipos tienen sus propios manuales, además el estudio del terreno ya se ha completado. De esta forma, cualquier ingeniero de obra civil puede llevar a cabo la construcción con las instrucciones precisas.
En esta fase también debe tenerse en cuenta conseguir y mantener un inventario de piezas de repuesto y búsqueda de proveedores alternativos para asegurar el suministro en caso de fallos.
Fase 5. – Explotación, gestión y mantenimiento
Una vez construida la planta fotovoltaica es necesario un plan de puesta en servicio. Dicho plan comprende una serie de pruebas de rendimiento y fiabilidad de las instalaciones, tanto de cada uno de los componentes como del sistema en general.
Con este plan de puesta en servicio se evalúa si cada contratista ha realizado el trabajo conforme a los contratos diseñados en una fase anterior. Las pruebas fallidas derivarán en modificaciones (incluso en acciones legales). El objetivo es que la planta fotovoltaica pueda cumplir con su cometido con todas las garantías de rendimiento y fiabilidad que se ha acordado.
La gestión de las operaciones de la planta también puede estar a cargo del propietario o dejarse en manos de contratistas especializados. Del mismo modo, el mantenimiento (incluyendo la limpieza de los paneles fotovoltaicos) también puede subcontratarse y cabe la posibilidad de que incluso pueda ser realizado por los propios proveedores de los equipos.
Los costes de gestión y mantenimiento del proyecto deben estar debidamente presupuestados en la fase correspondiente al estudio de la viabilidad económica.
Lo único que resta es vender la energía generada y obtener rendimientos por la planta fotovoltaica.