Un nuevo estudio hace plausible la producción de energía limpia con la conservación del medioambiente.
España se ha comprometido a alcanzar su objetivo de cero emisiones netas para 2050, lo que implica una transición urgente de los combustibles fósiles a energías renovables como la solar y la eólica. Sin embargo, el crecimiento de los huertos solares ha generado preocupaciones sobre su impacto en la naturaleza. Algunas personas temen que los paneles solares dañen el ecosistema, mientras que otras creen que estas tierras deberían destinarse a la agricultura. No obstante, un nuevo estudio sugiere que es posible equilibrar la producción de energía limpia con la conservación de la biodiversidad.
Los huertos solares bien gestionados benefician a la naturaleza
Un estudio realizado por la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB) y la Universidad de Cambridge, como parte del Centre for Landscape Regeneration, ha descubierto que los huertos solares bien administrados pueden contribuir significativamente a la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar los efectos de la intensificación agrícola.
El informe, publicado en la revista Bird Study, analizó dos tipos de granjas solares en los pantanos de East Anglian Fens. Los resultados muestran que estas instalaciones pueden proporcionar beneficios para la fauna si se gestionan con criterios ecológicos.
“Ante la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, es fundamental utilizar la tierra de manera eficiente. Nuestro estudio demuestra que si la producción de energía solar se gestiona correctamente, no solo se genera energía limpia, sino que también se favorece la biodiversidad.”Dra. Catherine Waite, coautora del estudio
Dra. Catherine Waite, coautora del estudio
Más especies y mayor diversidad en huertos solares

Los científicos encontraron que los huertos solares albergan una mayor cantidad de especies y aves en comparación con tierras agrícolas o huertos solares con una gestión más intensiva. Aquellos con hábitats mixtos y una diversidad de plantas con flores presentaron un número significativamente mayor de especies amenazadas, como el escribano cerillo (Emberiza citrinella), el pardillo común (Linaria cannabina) y el triguero (Emberiza calandra).
Por otro lado, los huertos solares con hábitats simples suelen estar desprovistas de setos y sometidas a un pastoreo constante por ovejas, lo que limita el desarrollo de la fauna. Además, la vida de los insectos en estos entornos también es crucial, ya que los polinizadores pueden beneficiar a la agricultura cercana al aumentar la disponibilidad de estos organismos esenciales.
La importancia de una planificación estratégica
El estudio se publica en un momento clave, ya que el gobierno del país donde se enmarca -Reino Unido- está debatiendo cómo gestionar su territorio para equilibrar la seguridad alimentaria, la generación de energía limpia, la restauración ecológica y el desarrollo urbano.
Según los investigadores, muchas nuevos huertos solares se ubicarán en tierras agrícolas de baja calidad, donde hay una alta densidad de aves de cultivo en peligro. Si se gestionan correctamente, estos huertos solares podrían proporcionar refugios clave para la biodiversidad sin afectar la producción de alimentos.
Las políticas de planificación actuales desalientan la instalación de paneles solares en tierras agrícolas de alta calidad, lo que contribuye a minimizar su impacto en la seguridad alimentaria. No obstante, el estudio destaca que solo la mitad de los huertos solares están gestionados con criterios de conservación en mente. Acciones como limitar el pastoreo en ciertos periodos y reducir el uso de herbicidas pueden mejorar considerablemente la biodiversidad en estos espacios.
Energía renovable y biodiversidad: Una oportunidad para el futuro

Los hallazgos también subrayan que los nuevos huertos solares no deben ubicarse en zonas ecológicamente sensibles ni en sitios protegidos. Restaurar estos hábitats es esencial para cumplir con los objetivos de recuperación de la biodiversidad.
Desde la RSPB, se ha hecho un llamado a una “planificación estratégica y espacial” para la energía renovable, asegurando que los huertos solares se ubiquen en zonas de bajo riesgo ecológico.
La directora ejecutiva de la RSPB, Beccy Speight, afirma:
“Para un futuro sostenible, debemos garantizar la protección de la naturaleza, abordar el cambio climático y asegurar la seguridad alimentaria. Este estudio demuestra que es posible equilibrar estas necesidades.”
Por su parte, el científico conservacionista Dr. Joshua Copping, autor principal del estudio, enfatiza:
“Con tantas presiones sobre el uso del suelo, encontrar maneras de recuperar las poblaciones de aves de cultivo es un desafío. Especies como el triguero, el pardillo y el escribano cerillo han visto disminuir sus poblaciones, por lo que encontrar soluciones es vital para su supervivencia.”
Conclusión
Este estudio confirma que los huertos solares pueden desempeñar un papel clave en la conservación de la biodiversidad, además de ser una parte fundamental de su infraestructura de energía renovable. Medidas como el establecimiento de hábitats de pastizales, la plantación de setos y la creación de estanques pueden contribuir a maximizar estos beneficios.
En España, donde la emisión solar es abundante y el desarrollo de energías renovables está en pleno auge, ¿se están gestionando las granjas solares con criterios de biodiversidad? ¿Cómo podría aplicarse este modelo para beneficiar a la fauna local y a los ecosistemas agrícolas españoles? Cuéntanos tus impresiones.